En Andá a lavar los platos la historietista Alejandra Lunik toma como base este insulto machista y, a partir de ahí, desarrolla una serie de escenas (siempre con tono humorístico) que se resuelven sólo en una página. Y este dato no es casual, ya que este libro compila la viñeta que publicó Lunik en el diario La nación entre el 2016 y el 2018. El formato original de estos trabajos le da al libro un diseño compacto, casi de las dimensiones de un libro de bolsillo.

¿Y a sobre qué cuestiones bromea la autora en estas escenas? Entre otros puntos a los mitos y a la mitología del amor. Así es que en las páginas del libro se encuentran diversas imágenes en torno a la figura de cupido o a la del caballero medieval que llega a la torre a rescatar a la doncella, aunque en estas viñetas el resultado no sea el esperado por el caballero. Pero Lunik no sólo se vale de estos elementos del imaginario romántico clásico, sino que también toma escenas de la vida contemporánea en torno a los mandatos de belleza, la tecnología y la manera en la que participa de los vínculos, la soledad y demás. 

En síntesis: en Andá a lavar los platos se encuentran muchas escenas reconocibles en las que, con humor, los lectores de distintas edades, más allá de su género, se sentirán identificados, por uno u otro motivo.