Desde una cabina habilitada para ofrecer consejo y consuelo un sociólogo observa la ciudad y a sus habitantes. En una mañana puntual describe el recorrido que hacen dos adolescentes, Fanni y Myra, en torno (y a través) de un parque semiabandonado en el que animales reales conviven con réplicas mecánicas. En simultáneo una pandilla de varones adolescentes buscan torturar a un gato. El sociólogo, como un ojo que todo lo ve, hará un relato de estos personajes que conviven en una ciudad en la que la violencia es moneda corriente.