Esta es la última novela editada del autor sueco, que falleció poco tiempo después de que el libro viera la luz. Aunque antes de este desenlace natural Mankell logró ver el éxito de su obra. Una de sus creaciones, el inspector Wallander, tuvo su saga de novelas policiales y varias adaptaciones a la pantalla. En total fueron cuatro los actores que lo interpretaron, aunque el más célebre, quizás, sea el irlandés Kennet Branagh.

¿De qué trata Botas de lluvia? En la historia seguimos el recorrido de Fredrik Welin (personaje al que Mankell ya le había dedicado la novela Zapatos italianos) médico jubilado, algo solitario, que alcanza a salir de su casa en medio de un incendio. ¿De qué manera sale de su casa? Calzando un par de botas para lluvia, con la salvedad de que las dos botas son para el pie izquierdo.
Narrada en primera persona, con un tono apacible y sin dramatismo, el personaje toma con naturalidad y algo de distanciamiento la pérdida de su casa. Aunque más tarde, en el desarrollo de la novela, Welin tendrá un reencuentro con su hija, con sus amigos y un intercambio novedoso con la periodista que investiga el incendio.

Esto funcionará como un estímulo para recuperar cierta vitalidad, cierto deseo de celebración de la vida. En suma, Botas de lluvia suecas es un texto en el que se trata el paso del tiempo, la tercera edad, lo vincular, lo afectivo.